Autlander, autlandeando de nuevo.

Bueno señores, ya he llegado de nuevo.


Lo primero que voy a hacer en esta segunda etapa del blog es advertiros de dos cosas:

1. Con Continental Airlines te cobran la segunda maleta que factures, es decir, es una aerolínea buena con manías de arolinea barata.

2. Si podéis hacerlo, evitar pisar Estado Unidos.

El día comenzó temprano, a las 00:00, como siempre. Mi día comenzó a las 6:30 de la mañana hora española. Decidimos ir 3 horas antes por el tema este de las "seguridad" en Estados Unidos. Al facturar, las propias trabajadoras de Continental me empezaron a hacer preguntas que, digo yo, ¿a ellos qué les importará? Bueno, pues se las tiene que responder ya que si no, no vuelas, claro. Después de esperar la fila para facturar, al llegar al mostrador nos enteramos de que tenemos que pagar por la segunda maleta, algo típico en EasyJet.... ¿pero en Continental? He estado mirando en su web y, efectivamente, pone lo de pagar por esa segunda pieza de equipaje, pero bien apartadito lo tienen... y encima lo ponen después de poner unas 5 o 6 veces que se permiten 2 bultos para facturar...

Bueno, pues en Barajas han separado las puertas por las que se embarca a vuelos del “War on Terror” y para llegar a esas puertas hay que pasar un super control en el que te pasan un detector de metales manual, te hacen un cacheo exhaustivo y te abren tu equipaje de mano y te sacan absolutamente todo.

En Estados Unidos, en Newark tuve que esperar una hora para pasar por la aduana. Una vez en la aduana me preguntaron sobre absolutamente todo, me tomaron una foto del ojo, otra foto de la cara, me pidieron las huellas dactilares de todos los dedos....en fin, absolutamente desproporcionado.

Una vez pasas la aduana, tienes que ir a por la maleta ya que, como entras en USA, la tienes que meter en otro lado, donde están los de “seguridad” aerea para que, si lo consideran, te abran la maleta.

Pues como yo soy como soy y siempre me pasan estas cosas, me la abrieron. Hay que decir que dejas la maleta diciendo a dónde vas y te marchas, los operarios las ponen en unas cintas y te olvidas de ella. Al llegar a Guadalajara vi que no tenía el plástico que la puse en Barajas y que me habían forzado la cerradura. La maleta ya está rota y todo lo de dentro estaba alborotado.... eso sí, me dejaron una bonita nota en la que te viene a decir cosas como:

• La TSA (Gestión de Seguridad de Transporte) está obligada bajo ley a inspeccionar todas las maletas para “protegernos” (jaja).

• Su maleta fue seleccionada para una inspección física.

• Si el inspector del TSA no pudo abrir su maleta para inspeccionarla porque estaba cerrada con llave, es posible que haya tenido que romper la cerradura. (Sí, lo hizo... y ¿qué tenemos que hacer? ¿Llevar las maletas abiertas para que cualquiera me meta una bomba en la maleta?)

• La TSA no es responsable por los daños a sus cerraduras que resulten de esta precaución de seguridad “necesaria”. (Ya lo entiendo, la culpa es del ISLAM).

Y lo que más me quema es que en Nueva York en el rato en que pasé toda la inspección para entrar en la zona de embarque, en esos 10 minutos que estuve ahí, vi como a 7 u 8 (con cara e idioma de USA, aunque quizá fueran ingleses o australianos o que se yo) con botellas de agua, cocacolas, colonias y se las tenían que quitar claro. Pero yo pensaba: “Yo, que soy europeo y que no estoy “tan en peligro” como ustedes me sé perfectamente las normas de aviación. Y vosotros que sois los que os jugáis la vida cada vez que voláis, ¿no tenéis ni idea? Es decir, yo que me tengo que joder y no meter agua de la calle en la terminal por vuestras medidas, ¿me sé las medidas mejor que vosotros?”

Nueva york al fondo, desde la Terminal C de Newark.

Bueno, me parece absolutamente degradante. Luego tienes que escuchar la candidatura para la olimpiadas en Chicago que decían “Abiertos al Mundo”. Y una mierda.

Jajaja y por no decir de una cosa muy graciosa que me pasó saliendo de Madrid hacia Nueva York. Me tocó ventanilla, estábamos despegando y yo estaba mirando por la ventanilla. Pues llega el que estaba sentado delante, mete la mano como puede por el lateral de su asiento y me baja la ventanilla en mis narices ¿?¿? Claro, le golpeé en el hombro y me le quedé mirando con cara de “What the fuck are you doing?” y al parecer, me explicó muy avergonzado que no sabía que estaba ahí. Es que en una fila de 6 asientos, yo era el único. Todo el avión iba hasta arriba salvo a mi alrededor.

Y ya una vez en Guadalajara agarré un “Adela Airlines” dirección para el pueblo. Estaba Tomás esperando, que llevaba allí 2 horas esperando y finalmente pudo ir con el coche de Doña Adela. Asi que después de 24 horas desde que me desperté, me monté en un coche para llegar al pueblo a las 3:15 de la mañana. Y, de nuevo, como el año pasado, no tenía habitación. Pero no pasó nada, hubo un malentendido ya que dije que llegaba el 26 de madrugada y pensaron que era el 27 de madrugada, pero dormí en otra habitación ayer y al medio día me volví a mi habitación de siempre.

Y bueno, ya estoy aquí. Ya estuve ayer haciendo un “remember”, dando una vuelta por el centro, tomándome un aguafresca y saludando a algunos amigos. Ah y ayer ya comí un pozole, 6 meses después jaja.

Bueno, nos vemos en la próxima!