Teotihuacán

Como venía contando, el segundo día del viajecito a la Ciudad de México estaba preparado para ir a visitar Teotihuacan, o “La Ciudad donde las personas se convierten en Dioses”.

Teotihuacan está a las afueras de la ciudad, como a unos 40 minutos o así. Para llegar allí tomamos el metro desde el hotel (Hidalgo) y haciendo varios trasbordos se llega a la Estación Norte (creo). Luego allí se agarra un autobús por 33$ y te presentas allí en un ratito.

Por cierto, algo curioso del metro del DF es que en todas las paradas se sube un vendedor de algo. Por ejemplo se sube uno y empieza:

-Los mejores éxitos del Rock, tengo Gun's and Roses, Doors, Caifanes (con una voz muy especial lo dice).- Saca un discman conectado a unos altavoces que lleva en su mochila y pone un megamix del disco MP3 que vende. Y la gente los compra, yo compré uno jaja. Por 10 pesos.

-Aprende a bailar salsa en una semana con este DVD con los mejores pasos de baile de la mano de la maestre Natalia.- todo esto lo dice con un DVD portátil con pantalla que se lo va mostrando a los viajeros del metro. Y la gente también lo compra. Yo dos días después me arrepentí de no haberlo comprado...

- Todas las fórmulas matemáticas en este libro. Divididas en aritmética, álgebra, etc etc.- Y la gente también lo compra. Todo cuesta 10$ (50 céntimos de €).

Bueno, después de este paréntesis, se llega a Teotihuacan donde al vernos cara de extranjeros nos intentan vender guías para la excursión y nos empiezan a tratar como ganado, al más puro estilo de la República Dominicana. Yo creo que Jimena y yo nos dimos cuenta rápidamente y nos fuimos por nuestra cuenta.

La entrada no la tuvimos que pagar por ser estudiantes (que no estudiosos, ojo con los malentendidos). Por lo tanto, ya me había ahorrado 565$ por no haber ido allí en un tour para extranjeros, sólo había pagado 35$ entre autobús y metro.

Y bueno, una vez dentro pues se alucina en colores. Me imagino que sería por la época, pero estaba todo verde lleno de las típicas florecitas amarillas y, al ser entre semana (me imagino) y haber poca gente y al tratarse de un espacio tan amplio la estancia allí se hacía súper agradable.

Sobre la calzada de los muertos. Al fondo la pirámide del Sol


Ciudadela con florecitas muy monas

Según se entra se llega al final de la calzada de los muertos, que recorre la ciudad de Sur a Norte. Mide 4km y por falta de previsión, me quedé sin pilas para la cámara de fotos, tuve que recorrerla 2 veces más o menos. A lo largo de esta calle había vendedores que vendían de todo. Pero lo gracioso es que preguntaba yo por algo y me pedían 15$, lo pedía Jimena que parecía más yankee que yo y la pedían 5$. hasta hubo uno que, sin ni siquiera decir nada, me empezó a hablar del Corte Inglés y del Carrefour ¿?

!Spiderman Help! ¡Help! Autlander intentando llegar a la pirámide del Sol por otro lado...

¿Abogado? ¿Abogaaaaado?

Buah, pues el tema es ir dando un paseito por la calzada de los muertos e ir mirando las ruinas que se van viendo en los laterales, donde hay casitas y templos antiguos. El caso es que hay algo que le comenté ayer a Tomás y que se empezó a reír, pero es que es cierto. Todo el mundo en cuanto entra en la Calzada de los Muertos sólo tiene ojos para la Pirámide del Sol (la más alta y situada a la derecha) y la Pirámide de la Luna (al final Norte de la calzada) y van ahí obsesionados en subir esas dos pirámides, pero se dejan las otras 20 pirámides que hay y por esa razón me pude sacar una foto como esta:

Luego me vieron ahí arriba y empezó a subir la gente, como si hubiera algo interesante para ver. Por cierto menudo pedazo de eructo me tiré allí arriba, sonó con eco y todo. Pero bueno, como había vendedores que vendían unas especies de silbatos que simulaban el rugido de un jaguar y estaban allí haciendo ese ruido constantemente, pasó desapercibido jaja.

Subimos a la pirámide del Sol, son bastantes escalones, bastante cortos y muy altos y se hace un poco pesado, pero la verdad es que me lo esperaba peor. Sobre todo la bajada, que pensé que iba a tener vértigo. Estábamos arriba y subieron unos judíos con el sombrerito ese rojo y todo y empezaron a hacer sus fotos con la supercámara de 3000€ cuando, de repente, se les cayó por las escaleras. Pobrecitos.

Ahí se puede ver a los pobres jodíos, digo judíos, subiendo. Fijaros la blancura de la luz del Sol que mi cámara la ha sacado rosa, menuda movida. Parecen fotos de Gaylord.

Si me hubiera caido me hubiera hecho daño... no es foto con truco, había caída....

Añadir que estamos en verano, dentro de los trópicos así que imaginaros cómo pegaba el Sol. A las 2 de la tarde o así estaba vertical sobre nuestras cabezas, cosa que en España no ocurre nunca, pero como estábamos a unos 2800m sobre el nivel del mar la temperatura era bastante agradable. Eso sí, volvimos morados al DF después de pasar allí el día. Yo soy muy llorón y me estaba quejando todo el rato pero es que el color de Jimena era color ultravioleta, se veía en la oscuridad a modo radiactivo.

Fijaros en la sombra que dejo en el suelo.... como para no quemarme.

Al final llovió

VIDEO

Aquí se puede ver a Jimena ayudándome con la compra de recuerdos para la gente jajaja. Vaya ardua negociación con la ancianita, que llevaba al Sol 12 horas y la rebajamos 10$ (50c de €). Qué frialadad la de Jimena jajaja. Pero estuvo muy bueno. Yo, por supuesto, tenía que estar calladito porque sino subía el precio 200$ automáticamente jajaja.

A la tarde volvimos a la zona centro, cerca de Bellas Artes (estaba cerrado) comiendo en un sitio cuyo nombre no recuerdo, pero en plan muy pijillo (fresa). Quedamos allí para comer con Ana (Lucía) y su novio Eckerts (creo que se escribe así). Lo bueno fue la entrada que tuve, jajaja al más puro estilo antihéroe con la bragueta bajada ja. Debía de llevar con ella bajada todo el día, por lo menos.

Al final del día, terminamos haciendo una de esas locuras que todo el mundo me había advertido de no hacer. A media tarde estuvimos callejeando buscando un billar. Subimos a un billar cerca del barrio chino del DF cuyas escaleras olían a cacota de niño. Una vez allí vencimos claramente a la otra pareja.... se vio que funcionaron mis 5 o 6 clases de Snooker que di en el club de Fuencarral.

Evidentemente es broma, las clases no me sirvieron para nada, es más dábamos bastante pena jugando... pero ganamos, al más puro estilo de Italia, es decir, a la defensiva, metiendo dos bolas nada más, pero obligando a los otros a meter la negra jaja.

Para terminar, fuimos a tomarnos unas cervecitas a un bar del centro. Por cierto, ojo al dato, Ana se pidió una michelada Cubana:

-Cerveza oscura

- Limón

- Tomate

- Chile

- Tabasco

- Salsa de soja

- Y algo más, no lo sé.

Terminamos como a las 12 de la noche o así entrando a agarrar el último metro del día para volver a nuestras casas. Según Tomás demasiado riesgo, pero la verdad es que suerte o no, no tuvimos ningún problema al respecto.

La copa de Ana, la que está a mi derecha es la michelada Cubana. Eckerts, Ana, yo y Jimena.

Por lo tanto, Jon Sistiaga, eres un cabrón por hacer ver sólo el lado feo y oscuro del DF con ese documentalucho aamarillista de “Narco México”.

P.D. Hoy son las elecciones en Encarnación de Díaz..... ¿ganará el PT? La cosa pinta bien, en teoría, aunque yo creo que no va a ganar pero a ver si hay suerte.

Mañana más.